Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Daniel 4, 19-26

19 eres tú, oh rey, que te has hecho grande y poderoso, cuya grandeza
ha crecido y ha llegado hasta el cielo, y cuyo dominio se extiende hasta los
confines de la tierra.

20 «En cuanto a lo que ha visto el rey: un Vigilante, un santo que
bajaba del cielo y decía: “Abatid el árbol, destruidlo, pero el
tocón y sus
raíces dejadlos en tierra, con ataduras de hierro y bronce, entre la hierba del
campo, y sea bañado del rocío del cielo y comparta la suerte con las bestias
del campo hasta que hayan pasado por él siete tiempos”,

21 ésta es su interpretación, oh rey, y el decreto del Altísimo que ha
tocado a mi señor el rey:

22 «Serás arrojado de entre los hombres y con las bestias del campo
morarás; hierba, como los bueyes, tendrás por comida, y serás bañado del
rocío del cielo; siete tiempos pasarán por ti, hasta que reconozcas
que el
Altísimo domina sobre el imperio de los hombres y que se lo da a quien le
place.

23 «Y la orden de dejar el tocón y las raíces del árbol, significa que tu
reino se te conservará hasta que hayas reconocido que todo poder viene del
Cielo.


24 Por eso, oh rey, acepta mi consejo: rompe tus pecados con obras de
justicia y tus iniquidades con misericordia para con los pobres, para que tu
ventura sea larga.»

25 Todo esto le sobrevino al rey Nabucodonosor.

26 Doce meses después, paseándose por la terraza del palacio real de
Babilonia,