Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Deuteronomio 17, 1-19

1 No sacrificarás a Yahveh tu Dios ganado mayor o menor que tenga
cualquier tara o defecto, porque es una abominación para Yahveh tu Dios.

2 Si hay en medio de ti, en alguna de las ciudades que Yahveh tu Dios
te da, un hombre o una mujer que haga lo que es malo a los ojos de Yahveh
tu Dios, violando su alianza,

3 que vaya a servir a otros dioses y se postre ante ellos, o ante el sol, la
luna, o todo el ejército de los cielos, cosa que yo no he mandado,


4 y es denunciado a ti; si, después de escucharle y haber hecho una
indagación minuciosa, se verifica el hecho y se comprueba que en Israel se
ha cometido tal abominación,

5 sacarás a las puertas de tu ciudad a ese hombre o mujer, culpables de
esta mala acción, y los apedrearás, al hombre o a la mujer, hasta
que
mueran.

6 No se podrá ejecutar al reo de muerte más que por declaración de
dos o tres testigos; no se le hará morir por declaración de un solo testigo.

7 La primera mano que se pondrá sobre él para darle muerte será la de
los testigos, y luego la mano de todo el pueblo. Así harás desaparecer el mal
de en medio de ti.

8 Si tienes que juzgar un caso demasiado difícil para ti, una causa de
sangre, de colisión de derechos, o de lesiones, un litigio cualquiera en tus
ciudades, te levantarás, subirás al lugar elegido por Yahveh tu Dios,

9 y acudirás a los sacerdotes levitas y al juez que entonces esté
en
funciones. Ellos harán una investigación y te indicarán el fallo de la causa.

10 Te ajustarás al fallo que te hayan indicado en este lugar elegido por
Yahveh, y cuidarás de actuar conforme a cuanto te hayan enseñado.

11 Te ajustarás a las instrucciones que te hayan dado y a la sentencia
que te dicten, sin desviarte a derecha ni a izquierda del fallo que te señalen.

12 Si alguno procede insolentemente, no escuchando ni al sacerdote
que se encuentra allí al servicio de Yahveh tu Dios, ni al juez, ese hombre
morirá. Harás desaparecer el mal de Israel.

13 Así todo el pueblo, al saberlo, temerá y no actuará más con
insolencia.

14 Si cuando llegues a la tierra que Yahveh tu Dios te da, la tomes en
posesión y habites en ella, dices: «Querría poner un rey sobre mí
como
todas las naciones de alrededor».

15 deberás poner sobre ti un rey elegido por Yahveh, y a uno de entre
tus hermanos pondrás sobre ti como rey; no podrás darte por rey a
un
extranjero que no sea hermano tuyo.

16 Pero no ha de tener muchos caballos, ni hará volver al pueblo a
Egipto para aumentar su caballería, porque Yahveh os ha dicho: «No
volveréis a ir jamás por ese camino.»

17 No ha de tener muchas mujeres, cosa que podría descarriar su
corazón. Tampoco deberá tener demasiada plata y oro.

18 Cuando suba al trono real, deberá escribir esta Ley para su uso,
copiándola del libro de los sacerdotes levitas.

19 La llevará consigo; la leerá todos los días de su vida para aprender
a temer a Yahveh su Dios, guardando todas las palabras de esta Ley y estos
preceptos, para ponerlos en práctica.