Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Deuteronomio 29, 6-28

6 Luego llegasteis a este lugar. Sijón, rey de Jesbón, y Og, rey de
Basán, salieron a nuestro encuentro para hacernos la guerra, pero los
derrotamos.

7 Conquistamos su país, y se lo dimos en heredad a Rubén, a Gad y a
la media tribu de Manasés.

8 Guardad, pues, las palabras de esta alianza y ponedlas en práctica,
para que tengáis éxito en todas vuestras empresas.

9 Aquí estáis hoy todos vosotros en presencia de Yahveh vuestro
Dios: vuestros jefes de tribu, vuestros ancianos y vuestros escribas, todos
los hombres de Israel,

10 con vuestros hijos y vuestras mujeres (y también el forastero que
está en tu campamento, desde tu leñador hasta tu aguador),

11 a punto de entrar en la alianza de Yahveh tu Dios, jurada con
imprecación, que Yahveh tu Dios concluye hoy contigo

12 para hacer hoy de ti su pueblo y ser él tu Dios como te ha dicho y
como juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

13 Y no solamente con vosotros hago yo hoy esta alianza y esta
imprecación,

14 sino que la hago tanto con quien está hoy aquí con nosotros en
presencia de Yahveh nuestro Dios como con quien no está hoy aquí con
nosotros.

15 Pues vosotros sabéis cómo vivíamos en Egipto, y cómo hemos
pasado por las naciones por las que habéis pasado.

16 Habéis visto sus monstruos abominables y los ídolos de madera y
de piedra, de plata y de oro que hay entre ellos.

17 No haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo
corazón se aparte hoy de Yahveh vuestro Dios para ir a servir a los dioses
de esas naciones. No haya entre vosotros raíz que eche veneno o ajenjo.

18 Si alguien, después de haber oído las palabras de esta imprecación,
se las promete felices en su corazón diciendo: «Aunque me conduzca en la
terquedad de mi corazón, todo me irá bien, puesto que la abundancia
de
agua quitará la sed»,

19 Yahveh no se avendrá a perdonarle. Porque la ira y el celo de
Yahveh se encenderán contra ese hombre, toda la imprecación escrita
en


este libro caerá sobre él, y Yahveh borrará su nombre de debajo de
los
cielos.

20 Yahveh le separará de todas las tribus de Israel, para su desgracia,
conforme a todas las imprecaciones de la alianza escrita en el libro de esta
Ley.

21 La generación futura, vuestros hijos que vendrán después de
vosotros, así como el extranjero llegado de un país lejano, verán las plagas
de esta tierra y las enfermedades con que Yahveh la
castigará, y
exclamarán:

22 «Azufre, sal, calcinación es su tierra entera; no se sembrará ni
germinará ni hierba alguna crecerá en ella, como en la catástrofe de Sodoma
y Gomorra, Admá y Seboyím, que Yahveh asoló en su ira y su furor.»

23 Y todas las naciones preguntarán: «¿Por qué ha tratado así Yahveh
a esta tierra? ¿Por qué el ardor de tan gran ira?»

24 Y se dirá: «Porque han abandonado la alianza que Yahveh, Dios de
sus padres, había concluido con ellos al sacarlos del país de Egipto;

25 porque se han ido a servir a otros dioses y se han postrado
ante
ellos, dioses que no conocían y que él no les había dado en suerte.

26 Por eso se ha encendido la ira de Yahveh contra este país y ha
traído sobre él toda la maldición escrita en este libro.

27 Yahveh los ha arrancado de su suelo con ira, furor y gran
indignación, y los ha arrojado a otro país donde hoy están.»

28 Las cosas secretas pertenecen a Yahveh nuestro Dios, pero las
cosas reveladas nos atañen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin
de que pongamos en práctica todas las palabras de esta Ley.