Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Deuteronomio 33, 3-13

3 Tú que amas a los antepasados, todos los santos están en tu mano. Y
ellos, postrados a tus pies, cargados están de tus palabras.

4 Una Ley nos señaló Moisés herencia de la asamblea de Jacob.

5 Hubo un rey en Yesurún, cuando se congregaron los jefes del
pueblo, todas juntas las tribus de Israel.

6 ¡Viva Rubén y nunca muera, aunque sean pocos sus nombres!

7 Para Judá dijo esto: Escucha, Yahveh, la voz de Judá y guíale hacia
su pueblo. Sus manos le defenderán y tú serás su auxilio contra sus
enemigos.

8 Para Leví dijo: Dale a Leví tus Urim y tus Tummim al hombre de tu
agrado, a quien probaste en Massá, con quien querellaste en las
aguas de
Meribá,

9 el que dijo de su padre y de su madre: «No los he visto.» El que no
reconoce a sus hermanos y a sus hijos ignora. Pues guardan tu palabra, y tu
alianza observan.

10 Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel; ofrecen
incienso ante tu rostro, y perfecto sacrificio en tu altar.

11 Bendice, Yahveh, su vigor, y acepta la obra de sus manos. Rompe
los lomos a sus adversarios y a sus enemigos, que no se levanten.

12 Para Benjamín dijo: Querido de Yahveh, en seguro reposa junto a
El, todos los días le protege, y entre sus hombros mora.

13 Para José dijo: Su tierra es bendita de Yahveh; para él lo mejor de
los cielos: el rocío, y del abismo que reposa abajo;