18 Dije también en mi corazón acerca de la conducta de los humanos:
sucede así para que Dios los pruebe y les demuestre que son como bestias.
19 Porque el hombre y la bestia tienen la misma suerte: muere el uno
como la otra; y ambos tienen el mismo aliento de vida. En nada aventaja el
hombre a la bestia, pues todo es vanidad.