5 No te quedes mirando a doncella, para que no incurras en su propio
castigo.
6 A prostitutas no te entregues, para no perder tu herencia.
7 No andes fisgando por los calles de la ciudad, ni divagues por sus
sitios solitarios.
8 Aparta tu ojo de mujer hermosa, no te quedes mirando la belleza
ajena. Por la belleza de la mujer se perdieron muchos, junto a ella el amor
se inflama como fuego.
9 Junto a mujer casada no te sientes jamás, a la mesa con ella no te
huelgues con vino, para que tu corazón no se desvíe hacia ella y
en tu
ímpetu te deslices a la ruina.
10 No abandones a un viejo amigo, porque el nuevo no le iguala.
Vino nuevo, amigo nuevo, cuando sea añejo, con placer lo beberás.
11 No envidies la gloria del pecador, pues no sabes cómo se le
volverá la fortuna.
12 No asientas al éxito de los impíos, recuerda que no quedarán hasta
el seol impunes.
13 Ponte lejos del hombre que es capaz de matar, y no experimentarás
miedo a la muerte. Si te acercas a él, no te descuides, para que no te quite la
vida. Date cuenta de que pasas entre lazos y que caminas sobre el muro de
la ciudad.
14 Cuando puedas acude a tu prójimo, y con los sabios aconséjate.