Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 11, 13-20

13 Que el comienzo del orgullo es el pecado, el que se agarra a él
vierte abominación. Por eso les dio el Señor asombrosos castigos, y
les
abatió hasta aniquilarlos.

14 Los tronos de los príncipes los volteó el Señor, y en su lugar sentó
a los mansos.

15 Las raíces de los orgullosos las arrancó el Señor, y en su lugar
plantó a los humildes.

16 Las comarcas de las naciones las arrasó el Señor, y las destruyó
hasta los cimientos de la tierra.

17 Tomó algunos de ellos y los destruyó, y borró de la tierra su
recuerdo.

18 No se ha hecho para los hombres el orgullo, ni el furor de la ira
para los nacidos de mujer.

19 ¿Qué raza es honorable? La del hombre. ¿Qué raza es honorable?
Los que temen al Señor. ¿Qué raza es despreciable? La del hombre. ¿Qué
raza es despreciable? Los que violan sus mandatos.

20 En medio de sus hermanos es honorable el jefe, y los que temen al
Señor, a los ojos de él.

22 Sean ricos, llenos de gloria o pobres, su orgullo es el temor
del
Señor.

23 No es justo despreciar al pobre inteligente, ni procede glorificar al
pecador.

24 Grande, juez y poderoso reciben honores, mas no hay mayor entre
ellos que el que teme al Señor.

25 Al siervo sabio los hombres libres sirven, y el hombre de saber no
lo critica.

26 No te hagas el sabio cuando cumples tu obra, no te gloríes en el
momento de tu aprieto.


27 Más vale el que trabaja y le sobra de todo que el que anda
gloriándose y carece de pan.

28 Hijo, gloríate con moderación, y estímate en lo que vales.

29 Al que peca contra sí mismo, ¿quién le justificará?
¿quién
apreciará al que desprecia su vida?

30 El pobre es honrado por su saber, y el rico lo es por su riqueza.

31 Quien es estimado en la pobreza, ¡cuánto más en la riqueza! quien
es despreciado en la riqueza, ¡cuánto más en la pobreza!