Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 26, 2-17

2 En la asamblea del Altísimo abre su boca, delante de su poder se
gloría.

3 «Yo salí de la boca del Altísimo, y cubrí como niebla la tierra.

4 Yo levanté mi tienda en las alturas, y mi trono era una columna de


nube.

paseé.

5 Sola recorrí la redondez del cielo, y por la hondura de los abismos

6 Las ondas del mar, la tierra entera, todo pueblo y nación era mi
dominio.

7 Entre todas estas cosas buscaba reposo, una heredad en que
instalarme.

8 Entonces me dio orden el creador del universo, el que me creó dio
reposo a mi tienda, y me dijo: "Pon tu tienda en Jacob, entra en la heredad
de Israel."


9 Antes de los siglos, desde el principio, me creó, y por los
siglos
subsistiré.

10 En la Tienda Santa, en su presencia, he ejercido el ministerio, así
en Sión me he afirmado,

11 en la ciudad amada me ha hecho él reposar , y en Jerusalén se halla
mi poder.

12 He arraigado en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su
heredad.

13 Como cedro me he elevado en el Líbano, como ciprés en el monte
del Hermón.

14 Como palmera me he elevado en Engadí, como plantel de rosas en
Jericó, como gallardo olivo en la llanura, como plátano me he elevado.

15 Cual cinamomo y aspálato aromático he dado fragancia, cual mirra
exquisita he dado buen olor, como gálbano y ónice y estacte, como nube de
incienso en la Tienda.

16 Cual terebinto he alargado mis ramas, y mis ramas son ramas de
gloria y de gracia.

17 Como la vid he hecho germinar la gracia, y mis flores son frutos
de gloria y riqueza.

19 Venid a mí los que me deseáis, y hartaos de mis productos.

20 Que mi recuerdo es más dulce que la miel, mi heredad más dulce
que panal de miel.

21 Los que me comen quedan aún con hambre de mí, los que me
beben sienten todavía sed.

22 Quien me obedece a mí, no queda avergonzado, los que en mí se
ejercitan, no llegan a pecar.»

23 Todo esto es el libro de la alianza del Dios Altísimo, la Ley que
nos prescribió Moisés como herencia para las asambleas de Jacob;

25 la que inunda de sabiduría como el Pisón, como el Tigris en días
de frutos nuevos;

26 la que desborda inteligencia como el Eufrates, como el Jordán en
días de cosecha;

27 la que rebosa doctrina como el Nilo, como el Guijón en días de
vendimia.

28 El primero no ha acabado aún de conocerla, como tampoco el
último la ha descubierto aún.

29 Porque es más vasto que el mar su pensamiento, y su consejo más
que el gran abismo.

30 Y yo, como canal derivado de un río, como caz que al paraíso sale,
31 y dije: «Voy a regar mi huerto, a empapar mi tablar.» Y que aquí

que mi canal se ha convertido en río, y mi río se ha hecho un mar.


32 Aún haré lucir como la aurora la instrucción, lo más lejos posible
la daré a conocer.

33 Aún derramaré la enseñanza como profecía, la dejaré por
generaciones de siglos.

34 Ved que no sólo para mí me he fatigado, sino para todos aquellos
que la buscan.