Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Esdras 10, 2-17

2 Entonces, Sekanías, hijo de Yejiel, de los hijos de Elam, dijo a
Esdras: «Hemos sido rebeldes a nuestro Dios, casándonos con mujeres
extranjeras, tomadas de entre las gentes del país. Ahora bien, a
pesar de
ello, todavía, hay una esperanza para Israel.

3 Hagamos alianza con nuestro Dios de despedir a todas las mujeres
extranjeras y a los hijos nacidos de ellas, conforme al consejo de mi señor
y de los temerosos de los mandamientos de nuestro Dios. Hágase según la
Ley.

4 Levántate, que este asunto te incumbe a ti; nosotros estaremos a tu
lado. ¡Animo y manos a la obra!»

5 Entonces Esdras se levantó e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes
y de los levitas y a todo Israel que harían conforme a lo dicho; y lo juraron.
6 Luego Esdras se retiró de delante de la Casa de Dios y se fue
al
aposento de Yehojanán, hijo de Elyasib, donde pasó la noche sin
comer

pan ni beber agua, haciendo duelo a causa de la rebeldía de los deportados.
7 Se publicó un bando en Judá y Jerusalén a todos los deportados para

que se reunieran en Jerusalén.

8 Todo aquel que no viniera en el plazo de tres días, según el consejo
de los jefes y de los ancianos, vería consagrada al anatema toda su hacienda
y sería él mismo excluido de la asamblea de los deportados.

9 Todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron, pues, en
Jerusalén en el plazo de tres días: era el día veinte del mes noveno; todo el
pueblo se situó en la plaza de la Casa de Dios, temblando, debido al caso, y
también porque llovía a cántaros.

10 Entonces el sacerdote Esdras se levantó y les dijo: «Habéis sido
rebeldes al casaros con mujeres extranjeras, aumentando así el delito
de
Israel.

11 Ahora, pues, dad gracias a Yahveh, Dios de vuestros padres, y
cumplid su voluntad separándoos de las gentes del país y de las
mujeres
extranjeras.»

12 Toda la asamblea respondió en alta voz: Sí; haremos como tú
dices;

13 sólo que el pueblo es numeroso, y estamos en la estación de las
lluvias: no podemos soportar la intemperie; además, no se trata de una cosa
de un día o dos, porque somos muchos los que hemos incurrido en
este
pecado.

14 Nuestros jefes podrían representar a toda la asamblea: todos los que
en nuestras ciudades se hayan casado con mujeres extranjeras, vendrían a
plazos fijados, acompañados de los ancianos y los jueces de cada
ciudad,
hasta que hayamos apartado de nosotros el furor de la cólera de
nuestro
Dios por causa de este asunto.»

15 Sólo Jonatán, hijo de Asahel, y Yajzeías, hijo de Tiqvá, se
opusieron a esto, apoyados por Mesullam y el levita Sabtay.


16 Los deportados actuaron según lo convenido. El sacerdote Esdras
escogió como colaboradores a los cabezas de familia, según sus casas, todos
ellos designados nominalmente. Se comenzaron las sesiones para examinar
el caso el día uno del décimo mes.

17 Y el día uno del primer mes se había terminado ya con todos los
hombres que estaban casados con mujeres extranjeras.