Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Esdras 2, 44-70

44 los hijos de Querós, los hijos de Siahá, los hijos de Padón,

45 los hijos de Lebaná, los hijos de Jagabá, los hijos de Aqcub,
46 los hijos de Jagab, los hijos de Salmay, los hijos de Janán,
47 los hijos de Guiddel, los hijos de Gajar, los hijos de Reaías,
48 los hijos de Resín, los hijos de Necodá, los hijos de Gazzam,
49 los hijos de Uzzá, los hijos de Paséaj, los hijos de Besay,

50 los hijos de Asná, los hijos de los meunitas, los hijos de los
nefusitas,

51 los hijos de Baqbuq, los hijos de Jacufá, los hijos de Jarjur,
52 los hijos de Baslut, los hijos de Mejidá, los hijos de Jarsá,
53 los hijos de Barcós, los hijos de Sisrá, los hijos de Témaj,
54 los hijos de Nesíaj, los hijos de Jatifá.

55 Hijos de los siervos de Salomón: los hijos de Sotay, los hijos
de
Has Soféret, los hijos de Perudá,

56 los hijos de Yaalá, los hijos de Darcón, los hijos de Guiddel,

57 los hijos de Sefatías, los hijos de Jattil, los hijos de Pokéret
Hassebáyim, los hijos de Amí.

58 Total de los donados y de los hijos de los siervos de Salomón: 392.
59 Y estos son los que venían de Tel Mélaj, Tel Jarsá, Kerub, Addán e
Immer, y que no pudieron probar si su familia y su familia y su estirpe eran

de origen israelita:

60 los hijos de Delaías, los hijos de Tobías, los hijos de Necodá: 652.
61 Y entre los sacerdotes: los hijos de Jobayías, los hijos de Haqcós,

los hijos de Barzillay - el cual se había casado con una de las
hijas de
Barzillay el gaaladita, cuyo nombre adoptó -.

62 Estos investigaron en su registro genealógico, pero no figuraban,
por lo cual se les excluyó del sacerdocio como ilegítimos,

63 y el Gobernador les prohibió comer de las cosas sacratísimas hasta
que no se presentara un sacerdote para el Urim y el Tummim.

64 La asamblea ascendía a 42.360 personas,

65 sin contar sus siervos y siervas en número de 7.337. Tenían
también 200 cantores y cantoras.

66 Tenían 736 caballos, 245 mulos,

67 435 camellos y 6.720 asnos.


68 Algunos de los cabezas de familia, al llegar a la Casa de Yahveh en
Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias para la Casa de Dios, para
que
fuese reedificada en su mismo emplazamiento.

69 Según sus posibilidades, entregaron al tesoro de la obra 61.000
dracmas de oro, 5.000 minas de plata y 100 túnicas sacerdotales.

70 Los sacerdotes, los levitas y parte del pueblo se establecieron en
Jerusalén; los cantores, los porteros y los donados, en sus
ciudades
respectivas. Todo Israel estaba, pues, en sus ciudades.