Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Esdras 9, 6-9

6 y dije: «Dios mío, harta vergüenza y confusión tengo para levantar
mi rostro hacia ti, Dios mío. Porque nuestros crímenes se han multiplicado
hasta sobrepasar nuestra cabeza, y nuestro delito ha crecido hasta el cielo.

7 Desde los días de nuestros padres hasta el día de hoy nos hemos
hecho muy culpables: por nuestros crímenes fuimos entregados, nosotros,
nuestros reyes y nuestros sacerdotes, en manos de los reyes de los países, a
la espada, al cautiverio, al saqueo y al oprobio, como todavía hoy sucede.

8 Mas ahora, en un instante, Yahveh nuestro Dios nos ha concedido la
gracia de dejarnos un Resto y de darnos una liberación en su lugar santo:
nuestro Dios ha iluminado así nuestros ojos y nos ha reanimado en medio
de nuestra esclavitud.

9 Porque esclavos fuimos nosotros, pero en nuestra esclavitud nuestro
Dios no nos ha abandonado; nos ha granjeado el favor de los reyes
de
Persia, dándonos ánimos para levantar de nuevo la Casa de nuestro Dios y
restaurar sus ruinas y procurándonos un valladar seguro en
Judá y
Jerusalén.