Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 22, 10-27

10 En ti se descubre la desnudez del propio padre, en ti se hace
violencia a la mujer en estado de impureza.

11 Un comete abominación con la mujer de su prójimo, el otro se
contamina de manera infame con su nuera, otro hace violencia a su
hermana, la hija de su propio padre;

12 en ti se acepta soborno para derramar sangre; tomas a usura e
interés, explotas a tu prójimo con violencia, y te has olvidado de
mí,
oráculo del Señor Yahveh.

13 Mira, yo voy a batir palmas a causa de los actos de pillaje que has
cometido y de la sangre que corre en medio de ti.

14 ¿Podrá tu corazón resistir y tus manos seguir firmes el día en que
yo actúe contra ti? Yo, Yahveh, he hablado y lo haré.

15 Te dispersaré entre las naciones, te esparciré por los países, borraré
la impureza que hay en medio de ti,

16 por ti misma te verás profanada a los ojos de las naciones, y sabrás
que yo soy Yahveh.

17 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:

18 Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria;
todos son cobre, estaño, hierro, plomo, en medio de un horno; ¡escoria son!
19 Por eso, así dice el Señor Yahveh: Por haberos convertido todos

vosotros en escoria, por eso voy a juntaros en medio de Jerusalén.

20 Como se pone junto plata, cobre, hierro, plomo y estaño en el
horno, y se atiza el fuego por debajo para fundirlo todo, así os juntaré yo en
mi cólera y mi furor; os pondré y os fundiré.


21 Os reuniré, atizaré contra vosotros el fuego de mi furia, y os
fundiré en medio de la ciudad.

22 Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos
vosotros en medio de ella, y sabréis que yo, Yahveh, he derramado mi furor
sobre vosotros.

23 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:

24 Hijo de hombre, dile: Eres una tierra que no ha tenido lluvia ni
inundación en el día de la Ira;

25 los príncipes que en ella residen son como un león rugiente que
desgarra su presa. Han devorado a la gente, se han apoderado de haciendas
y joyas, han multiplicado las viudas en medio de ella.

26 Sus sacerdotes han violado mi ley y profanado mis cosas sagradas;
no han hecho diferencia entre lo sagrado y lo profano, ni han enseñado a
distinguir entre lo puro y lo impuro; se han tapado los ojos para no ver mis
sábados, y yo he sido deshonrado en medio de ellos.

27 Sus jefes, en medio de ella, son como lobos que desgarran su presa,
que derraman sangre, matando a las personas para robar sus bienes.