Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 28, 1-13

1 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:

2 Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice el Señor Yahveh:

¡Oh!, tu corazón se ha engreído y has dicho: «Soy un dios, estoy sentado en
un trono divino, en el corazón de los mares.» Tú que eres un hombre y no
un dios, equiparas tu corazón al corazón de Dios.

3 ¡Oh sí, eres más sabio que Danel! Ningún sabio es semejante a ti.

4 Con tu sabiduría y tu inteligencia te has hecho una fortuna, has
amontonado oro y plata en tus tesoros.

5 Por tu gran sabiduría y tu comercio has multiplicado tu fortuna, y
por su fortuna se ha engreído tu corazón.

6 Por eso, así dice el Señor Yahveh: Porque has equiparado tu corazón
al corazón de Dios,

7 por eso, he aquí que yo traigo contra ti extranjeros, los más bárbaros
entre las naciones. Desenvainarán la espada contra tu linda sabiduría,
y
profanarán tu esplendor;

8 te precipitarán en la fosa, y morirás de muerte violenta en el corazón
de los mares.

9 ¿Podrás decir aún: «Soy un dios», ante tus verdugos? Pero serás un
hombre, que no un dios, entre las manos de los que te traspasen.


10 Tendrás la muerte de los incircuncisos, a manos de extranjeros.

Porque he hablado yo, oráculo del Señor Yahveh.

11 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:

12 Hijo de hombre, entona una elegía sobre el rey de Tiro. Le dirás:
Así dice el Señor Yahveh: Eras el sello de una obra maestra, lleno
de
sabiduría, acabado en belleza.

13 En Edén estabas, en el jardín de Dios. Toda suerte de piedras
preciosas formaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisólito, piedra
de
ónice, jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda; en oro estaban labrados los aretes
y pinjantes que llevabas, aderezados desde el día de tu creación.