Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 32, 4-18

4 Te dejaré abandonado por tierra, te tiraré sobre la haz del campo,
haré que se posen sobre ti todos los pájaros del cielo, hartaré de ti a todas
las bestias de la tierra.

5 Echaré tu carne por los montes, de tu carroña llenaré los valles.

6 Regaré el país con tus despojos, con tu sangre, sobre los montes, y
los barrancos se llenarán de ti.

7 Cuando te extingas, velaré los cielos y oscureceré las estrellas.
Cubriré el sol de nubes y la luna no dará más su claridad.

8 Oscureceré por tu causa todos los astros que brillan en el cielo,
y
traeré tinieblas sobre tu país, oráculo del Señor Yahveh.

9 Entristeceré el corazón de muchos pueblos cuando haga llegar la
noticia de tu ruina entre las naciones, hasta países que no conoces.

10 Dejaré pasmados por ti a muchos pueblos, y sus reyes se
estremecerán de horror por tu causa, cuando yo blanda mi espada
ante
ellos. Temblarán sin tregua, cada uno por su vida, el día de tu caída.

11 Porque así dice el Señor Yahveh: La espada del rey de Babilonia
caerá sobre ti.

12 Abatiré la multitud de tus súbditos, por la espada de guerreros,
todos ellos los más bárbaros de las naciones; arrasarán el orgullo de Egipto
y toda su multitud será exterminada.

13 Y haré perecer a todo tu ganado, junto a las aguas abundantes. No
las enturbiará más pie de hombre, no volverá a enturbiarlas pezuña de
animal.

14 Entonces yo amansaré sus aguas, haré correr sus ríos como aceite,
oráculo del Señor Yahveh.

15 Cuando yo convierta a Egipto en desolación, y el país
sea
despojado de cuanto contiene, cuando hiera a todos los que lo
habitan,
sabrán que yo soy Yahveh.

16 Una elegía es ésta, que cantarán las hijas de las naciones. La
cantarán sobre Egipto y sobre toda su multitud. Cantarán esta elegía,
oráculo del Señor Yahveh.

17 El año duodécimo, el quince del primer mes, la palabra de Yahveh
me fue dirigida en estos términos:

18 Hijo de hombre, haz una lamentación sobre la multitud de Egipto,
hazle bajar, a él y a las hijas de las naciones, majestuosas, a los infiernos,
con los que bajan a la fosa.