Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 37, 3-13

3 Me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán vivir estos huesos?» Yo dije:

«Señor Yahveh, tú lo sabes.»

4 Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos. Les dirás: Huesos
secos, escuchad la palabra de Yahveh.

5 Así dice el Señor Yahveh a estos huesos: He aquí que yo voy a hacer
entrar el espíritu en vosotros, y viviréis.

6 Os cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré
de piel, os infundiré espíritu y viviréis; y sabréis que yo soy Yahveh.»

7 Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras yo profetizaba
se produjo un ruido. Hubo un estremecimiento, y los huesos se
juntaron
unos con otros.

8 Miré y vi que estaban recubiertos de nervios, la carne salía y la piel
se extendía por encima, pero no había espíritu en ellos.

9 El me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre. Dirás al
espíritu: Así dice el Señor Yahveh: Ven, espíritu, de los cuatro vientos, y
sopla sobre estos muertos para que vivan.»

10 Yo profeticé como se me había ordenado, y el espíritu entró en
ellos; revivieron y se incorporaron sobre sus pies: era un enorme, inmenso
ejército.

11 Entonces me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa
de Israel. Ellos andan diciendo: Se han secado nuestros huesos, se
ha
desvanecido nuestra esperanza, todo ha acabado para nosotros.


12 Por eso, profetiza. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: He aquí
que yo abro vuestras tumbas; os haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío,
y os llevaré de nuevo al suelo de Israel.

13 Sabréis que yo soy Yahveh cuando abra vuestras tumbas y os haga
salir de vuestras tumbas, pueblo mío.