Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 44, 1-9

1 Me volvió después hacia el pórtico exterior del santuario, que
miraba a oriente. Estaba cerrado.


2 Y Yahveh me dijo: Este pórtico permanecerá cerrado. No se le
abrirá, y nadie pasará por él, porque por él ha pasado Yahveh, el Dios de
Israel. Quedará, pues, cerrado.

3 Pero el príncipe sí podrá sentarse en él para tomar su comida en
presencia de Yahveh. Entrará por el vestíbulo del pórtico y por el
mismo
saldrá.

4 Luego me llevó por el pórtico septentrional hacia la fachada de la
Casa; miré, y he aquí que la gloria de Yahveh llenaba la Casa de Yahveh, y
caí rostro en tierra.

5 Yahveh me dijo: Hijo de hombre, presta atención, mira bien y
escucha con cuidado lo que te voy a decir acerca de todas las disposiciones
de la Casa de Yahveh y de todas sus leyes. Te fijarás bien en lo que respecta
a la admisión en la Casa y a la exclusión del santuario.

6 Y dirás a esta casa de rebeldía, la casa de Israel: Así dice el Señor
Yahveh: Ya pasan de la raya todas vuestras abominaciones, casa de Israel,

7 que habéis cometido introduciendo extranjeros incircuncisos de
corazón y de cuerpo para que estuvieran en mi santuario y profanaran mi
Casa, cuando me ofrecíais mi alimento, grasa y sangre; así habéis roto mi
alianza con todas vuestras abominaciones.

8 En lugar de atender al ministerio de mis cosas santas, habéis
encargado a otros el ejercicio de mi ministerio en mi Santuario, en
lugar
vuestro.

9 Así dice el Señor Yahveh: Ningún extranjero, incircunciso de
corazón y de cuerpo, entrará en mi santuario, ninguno de los extranjeros
que viven en medio de los israelitas.