Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 21, 16-29

16 y ella misma fue a sentarse enfrente, a distancia como de un tiro de

arco, pues decía: «No quiero ver morir al niño.» Sentada, pues, enfrente, se
puso a llorar a gritos.

17 Oyó Dios la voz del chico, y el Ángel de Dios llamó a Agar desde
los cielos y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído la
voz del chico en donde está.

18 ¡Arriba!, levanta al chico y tenle de la mano, porque he de
convertirle en una gran nación.»

19 Entonces abrió Dios los ojos de ella, y vio un pozo de agua. Fue,
llenó el odre de agua y dio de beber al chico.

20 Dios asistió al chico, que se hizo mayor y vivía en el desierto, y
llegó a ser gran arquero.

21 Vivía en el desierto de Parán, y su madre tomó para él una mujer
del país de Egipto.

22 Sucedió por aquel tiempo que Abimélek, junto con Pikol, capitán
de su tropa, dijo a Abraham: «Dios está contigo en todo lo que haces.

23 Ahora, pues, júrame por Dios aquí mismo sin mentir, y tanto a mí
como a mis hijos y a mis nietos, que la misma benevolencia que he tenido
para contigo, la tendrás tú para conmigo y con el país donde te
hemos
recibido como huésped.»

24 Abraham dijo: «Lo juro».

25 Entonces Abraham se quejó a Abimélek con motivo de un pozo
que habían usurpado los súbditos de Abimélek.

26 Y dijo Abimélek: «No sé quién ha hecho eso. Ni tú me lo habías
notificado, ni yo había oído nada hasta hoy.»

27 Abraham tomó unas ovejas y vacas, se las dio a Abimélek, e
hicieron los dos un pacto.

28 Abraham puso siete corderas aparte.

29 Dijo Abimélek a Abraham: «¿Para qué son esas siete corderas que
has apartado?»