Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 31, 23-32

23 Entonces tomó a sus hermanos consigo y tras siete jornadas de

persecución a su zaga le dio alcance en la montaña de Galaad.

24 Pero aquella noche vino Dios en sueños a Labán el arameo y le
dijo: «Guárdate de hablar nada con Jacob, ni bueno ni malo.»

25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob. Este había plantado su tienda en la
montaña y Labán plantó la suya con sus hermanos en la misma montaña de
Galaad.

26 Y dijo Labán a Jacob: «¿Qué has hecho? Has actuado a hurtadillas
de mí y te has llevado a mis hijas cual cautivas de guerra.

27 ¿Por qué te has fugado con disimulo y a hurtadillas de mí, en vez
de advertírmelo? Yo te habría despedido con alegría y con cantares,
con
adufes y arpas.

28 Ni siquiera me has permitido besar a mis hijos e hijas. O sea, que
has obrado como un necio.

29 Hay poder en mi mano para hacerte mal: pero el Dios de tu padre
me dijo ayer noche: “Guárdate de hablar a Jacob absolutamente nada,
ni
bueno ni malo.”

30 Así pues, tú te has marchado porque añorabas la casa paterna, pero

¿por qué robaste mis dioses?»

31 Respondió Jacob a Labán: «Es que tuve miedo, pensando que
acaso ibas a quitarme a tus hijas.

32 Pero eso sí, que aquel a quien le encuentres tus dioses no quede con
vida. Delante de nuestros hermanos reconoce lo tuyo que yo tenga y
tómatelo.» En efecto, Jacob ignoraba que Raquel los había robado.