Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 32, 7-33

7 Los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: «Hemos ido donde tu
hermano Esaú, y él mismo viene a tu encuentro con
cuatrocientos
hombres.»

8 Jacob se asustó mucho y se llenó de angustia; dividió a sus gentes,
las ovejas, vacas y camellos, en dos campamentos,

9 y dijo: «Si llega Esaú a uno de los campamentos y lo ataca, se
salvará el otro.»

10 Y dijo Jacob: «¡Oh Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre
Isaac, Yahveh, que me dijiste: “Vuelve a tu tierra y a tu patria, que yo seré
bueno contigo”,

11 qué poco merecía yo todas las mercedes y toda la confianza que
has dado a tu siervo! Pues con solo mi cayado pasé este Jordán y ahora he
venido a formar dos campamentos.

12 Líbrame de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le
temo, no sea que venga y nos ataque, a la madre junto con los hijos.

13 Que fuiste tú quien dijiste: “Yo seré bueno de veras contigo y haré
tu descendencia como la arena del mar, que no se puede contar de
tanta
como hay.”»

14 Y Jacob pasó allí aquella noche. Tomó de lo que tenía a mano un
regalo para su hermano Esaú,

15 consistente en doscientas cabras y veinte machos cabríos,
doscientas ovejas y veinte carneros,

16 treinta camellas criando, junto con sus crías, cuarenta vacas y diez
toros, veinte asnas y diez garañones,

17 y repartiéndolo en manadas independientes, los confió a sus siervos
y les dijo: «Pasad delante de mí, dejando espacio entre manada y manada.»

18 Y al primero le encargó: «Cuando te salga al paso mi hermano
Esaú y te pregunte “de quién eres y adónde vas, y para quién es eso que va
delante de ti”,

19 dices: “De tu siervo Jacob; es un regalo enviado para mi señor
Esaú. Precisamente, él mismo viene detrás de nosotros.”»

20 El mismo encargo hizo también al segundo, como asimismo al
tercero y a todos los que iban tras las manadas diciendo: «En estos términos
hablaréis a Esaú cuando le encontréis,

21 añadiendo: “Precisamente, tu siervo Jacob viene detrás de
nosotros.”» Pues se decía: «Voy a ganármelo con el regalo que me precede,
tras de lo cual me entrevistaré con él; tal vez me haga buena cara.»

22 Así, pues, mandó el regalo por delante, y él pasó aquella noche en
el campamento.

23 Aquella noche se levantó, tomó a sus dos mujeres con sus dos
siervas y a sus once hijos y cruzó el vado de Yabboq.

24 Les tomó y les hizo pasar el río, e hizo pasar también todo lo que
tenía.


25 Y habiéndose quedado Jacob solo, estuvo luchando alguien con él
hasta rayar el alba.

26 Pero viendo que no le podía, le tocó en la articulación femoral, y se
dislocó el fémur de Jacob mientras luchaba con aquél.

27 Este le dijo: «Suéltame, que ha rayado el alba.» Jacob respondió:

«No te suelto hasta que no me hayas bendecido.»

28 Dijo el otro: «¿Cuál es tu nombre?» - «Jacob.» -

29 «En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido
fuerte contra Dios y contra los hombres, y le has vencido.»

30 Jacob le preguntó: «Dime por favor tu nombre.» - «¿ Para qué
preguntas por mi nombre?» Y le bendijo allí mismo.

31 Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues (se dijo): «He visto a Dios
cara a cara, y tengo la vida salva.»

32 El sol salió así que hubo pasado Penuel, pero él cojeaba del muslo.
33 Por eso los israelitas no comen, hasta la fecha, el nervio
ciático,

que está sobre la articulación del muslo, por haber sido tocado Jacob en la
articulación femoral, en el nervio ciático.