Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 41, 21-38

21 Pero una vez que las tuvieron dentro, ni se conocía que las
tuviesen, pues su aspecto seguía tan malo como al principio. Entonces me
desperté,

22 y volví a ver en sueños cómo siete espigas crecían en una misma
caña, henchidas y buenas.

23 Pero he aquí que otras siete espigas secas, flacas y asolanadas,
brotaban después de aquéllas

24 y consumieron las espigas flacas a las siete espigas hermosas. Se lo
he dicho a los magos, pero no hay quien me lo explique.»

25 José dijo a Faraón: «El sueño de Faraón es uno solo: Dios anuncia
a Faraón lo que va a hacer.

26 Las siete vacas buenas son siete años de abundancia y las siete
espigas buenas, siete años son: porque el sueño es uno solo.

27 Y las siete vacas macilentas y malas que subían después de
aquéllas, son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas,
es que habrá siete años de hambre.


28 Esto es lo que yo he dicho a Faraón. Lo que Dios va a hacer lo ha
mostrado a Faraón.

29 He aquí que vienen siete años de gran hartura en todo Egipto.

30 Pero después sobrevendrán otros siete años de hambre y se olvidará
toda la hartura en Egipto, pues el hambre asolará el país,

31 y no se conocerá hartura en el país, de tanta hambre como habrá.
32 Y el que se haya repetido el sueño de Faraón dos veces, es porque

la cosa es firme de parte de Dios, y Dios se apresura a realizarla.

33 Ahora, pues, fíjese Faraón en algún hombre inteligente y sabio, y
póngalo al frente de Egipto.

34 Hágalo así Faraón: ponga encargados al frente del país y exija el
quinto a Egipto durante los siete años de abundancia.

35 Ellos recogerán todo el comestible de esos años buenos que vienen,
almacenarán el grano a disposición de Faraón en las ciudades, y lo
guardarán.

36 De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del
país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el
país de hambre.»

37 Pareció bien el discurso a Faraón y a todos sus servidores,

38 y dijo Faraón a sus servidores: «¿Acaso se encontrará otro como
éste que tenga el espíritu de Dios?»