Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 12, 10-20

10 Pasaron la primera y segunda guardia y llegaron a la puerta de
hierro que daba a la ciudad. Esta se les abrió por sí misma.
Salieron y
anduvieron hasta el final de una calle. Y de pronto el ángel le dejó.

11 Pedro volvió en sí y dijo: «Ahora me doy cuenta realmente de que
el Señor ha enviado su ángel y me ha arrancado de las manos de Herodes y
de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos.»

12 Consciente de su situación, marchó a casa de María, madre de
Juan, por sobrenombre Marcos, donde se hallaban muchos reunidos en
oración.

13 Llamó él a la puerta y salió a abrirle una sirvienta llamada Rode;

14 quien, al reconocer la voz de Pedro, de pura alegría no abrió la
puerta, sino que entró corriendo a anunciar que Pedro estaba a la puerta.

15 Ellos le dijeron: «Estás loca.» Pero ella continuaba afirmando que
era verdad. Entonces ellos dijeron: «Será su ángel.»

16 Pedro entretanto seguía llamando. Al abrirle, le vieron, y quedaron
atónitos.

17 El les hizo señas con la mano para que callasen y les contó cómo el
Señor le había sacado de la prisión. Y añadió: «Comunicad esto a Santiago
y a los hermanos.» Salió y marchó a otro lugar.

18 Cuando vino el día hubo un alboroto no pequeño entre los
soldados, sobre qué habría sido de Pedro.

19 Herodes le hizo buscar y al no encontrarle, procesó a los guardias y
mandó ejecutarlos. Después bajó de Judea a Cesarea y se quedó allí.

20 Estaba Herodes fuertemente irritado con los de Tiro y Sidón. Estos,
de común acuerdo, se le presentaron y habiéndose ganado a Blasto,
camarlengo del rey, solicitaban hacer las paces, pues su país se
abastecía
del país del rey.