Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 20, 32-38

32 «Ahora os encomiendo a Dios y a la Palabra de su gracia, que tiene
poder para construir el edificio y daros la herencia con
todos los
santificados.

33 «Yo de nadie codicié plata, oro o vestidos.

34 Vosotros sabéis que estas manos proveyeron a mis necesidades y a
las de mis compañeros.

35 En todo os he enseñado que es así, trabajando, como se debe
socorrer a los débiles y que hay que tener presentes las palabras del Señor
Jesús, que dijo: Mayor felicidad hay en dar que en recibir.»

36 Dicho esto se puso de rodillas y oro con todos ellos.

37 Rompieron entonces todos a llorar y arrojándose al cuello de Pablo,
le besaban,

38 afligidos sobre todo por lo que había dicho: que ya no volverían a
ver su rostro. Y fueron acompañándole hasta la nave.