Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 4, 20-32

20 No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y
oído.»

21 Ellos, después de haberles amenazado de nuevo, les soltaron, no
hallando manera de castigarles, a causa del pueblo, porque
todos
glorificaban a Dios por lo que había occurrido,

22 pues el hombre en quien se había realizado esta señal de curación
tenía más de cuarenta años.

23 Una vez libres, vinieron a los suyos y les contaron todo lo que les
habían dicho los sumos sacerdotes y ancianos.

24 Al oírlo, todos a una elevaron su voz a Dios y dijeron: «Señor, tú
que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos,

25 tú que has dicho por el Espíritu Santo, por boca de nuestro padre
David, tu siervo: = ¿A qué esta agitación de las naciones, estos
vanos
proyectos de los pueblos? =

26 = Se han presentado los reyes de la tierra y los magistrados se han
aliado contra el Señor y contra su Ungido. =

27 «Porque verdaderamente en esta ciudad se = han aliado = Herodes
y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu
santo
siervo Jesús, a quien has = ungido =,

28 para realizar lo que en tu poder y en tu sabiduría
habías
predeterminado que sucediera.

29 Y ahora, Señor, ten en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos
que puedan predicar tu Palabra con toda valentía,

30 extendiendo tu mano para realizar curaciones, señales y prodigios
por el nombre de tu santo siervo Jesús.»

31 Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y
todos quedaron llenos del Espíritu Santo y predicaban la Palabra de
Dios
con valentía.

32 La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una
sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común
entre ellos.