Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 4, 30-32

30 extendiendo tu mano para realizar curaciones, señales y prodigios
por el nombre de tu santo siervo Jesús.»

31 Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y
todos quedaron llenos del Espíritu Santo y predicaban la Palabra de
Dios
con valentía.

32 La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una
sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común
entre ellos.