Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 4, 30-37

30 extendiendo tu mano para realizar curaciones, señales y prodigios
por el nombre de tu santo siervo Jesús.»

31 Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y
todos quedaron llenos del Espíritu Santo y predicaban la Palabra de
Dios
con valentía.

32 La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una
sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común
entre ellos.

33 Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección
del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía.

34 No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que
poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta,

35 y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada
uno
según su necesidad.

36 José, llamado por los apóstoles Bernabé (que significa: «hijo de la
exhortación»), levita y originario de Chipre,

37 tenía un campo; lo vendió, trajo el dinero y lo puso a los pies de los
apóstoles.