Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 17, 5-14

5 Será como cuando apuña un segador la mies, y su brazo las espigas
siega; será como espigador en el valle de Refaím,

6 - que quedan en él rebuscos -; como en el vareo del olivo: dos, tres
bayas en la punta de la guía; cuatro, cinco en sus ramas fructíferas - oráculo
de Yahveh, el Dios de Israel -.


7 Aquel día se dirigirá el hombre a su Hacedor, y sus ojos hacia
el
Santo de Israel mirarán.

8 No se fijará en los altares, obras de sus manos, ni lo que hicieron sus
dedos mirará: los cipos y las estelas solares.

9 Aquel día estarán tus ciudades abandonadas, como cuando el
abandono de los bosques y matorrales, ante los hijos de Israel: habrá
desolación.

10 Porque olvidaste a Dios tu salvador, y de la Roca de tu fortaleza no
te acordaste. Por eso plantabas plantíos deleitosos, y de mugrón extranjero
los sembraste.

11 Hoy tu plantío veías crecer, y florecer desde la mañana tu simiente.
Pero desaparecerá la mies el día de la enfermedad, y el dolor será incurable.
12 ¡Ay!, bramar de muchos pueblos, como bramar de mares braman.

Retumbar de naciones que retumban como retumbo de crecidas aguas.

13 (De naciones que retumban como retumbo de crecidas aguas.) Pero
él las increpa, y de lejos huyen, y son perseguidas como el tamo
de los
montes por el viento, y como torbellino por el huracán.

14 A la hora del atardecer se presenta el miedo, antes de la mañana ya
no existen. Esea sea la parte de nuestros despojadores, la suerte de nuestros
saqueadores.