Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 30, 15-23

15 Porque así dice el Señor Yahveh, el Santo de Israel: «Por la
conversión y calma seréis liberados, en el sosiego y seguridad estará vuestra
fuerza.» Pero no aceptasteis,

16 sino que dijisteis: «No, huiremos a caballo.» ¡Pues, bien, huid! Y

«sobre rápidos carros montaremos». ¡Pues bien, rápidamente seréis
perseguidos!

17 Mil temblarán ante la amenaza de uno solo; ante la amenaza de
cinco huiréis, hasta que seáis dejados como mástil en la cúspide del monte y
como gallardete sobre una colina.

18 Sin embargo aguardará Yahveh para haceros gracia, y así se
levantará para compadeceros, porque Dios de equidad es Yahveh: ¡dichosos
todos los que en él esperan!

19 Sí, pueblo de Sión que habitas en Jerusalén, no llorarás ya más; de
cierto tendrá piedad de ti, cuando oiga tu clamor; en cuanto lo
oyere, te
responderá.

20 Os dará el Señor pan de asedio y aguas de opresión, y después no
será ya ocultado el que te enseña; con tus ojos verás al que te enseña,

21 y con tus oídos oirás detrás de ti estas palabras: «Ese es el camino,
id por él», ya sea a la derecha, ya a la izquierda.

22 Declararás impuro el revestimiento de tus ídolos de plata y el
ornato de tus imágenes fundidas en oro. Los rechazarás como
paño
inmundo: «¡Fuera de aquí!», les dirás.

23 El dará lluvia a tu sementera con que hayas sembrado el suelo, y la
tierra te producirá pan que será pingüe y sustancioso. Pacerán tus ganados
aquel día en pastizal dilatado;