Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 33, 12-22

12 los pueblos serán calcinados, espinos cercenados que en fuego
arderán.

13 Oíd, los alejados, lo que he hecho; enteraos, los cercanos, de mi
fuerza.»

14 Se espantaron en Sión los pecadores, sobrecogió el temblor a los
impíos: ¿Quién de nosotros podrá habitar con el fuego consumidor? ¿quién
de nosotros podrá habitar con las llamas eternas?

15 El que anda en justicia y habla con rectitud; el que rehúsa
ganancias fraudulentas, el que se sacude la palma de la mano para no
aceptar soborno, el que se tapa las orejas para no oír hablar de
sangre, y
cierra sus ojos para no ver el mal.

16 Ese morará en las alturas, subirá a refugiarse en la fortaleza de las
peñas, se le dará su pan y tendrá el agua segura.

17 Tus ojos contemplarán un rey en su belleza, verán una tierra
dilatada.

18 Tu corazón musitará con sobresalto: «¿Dónde está el que contaba,
dónde el que pesaba, dónde el que contaba torres?»

19 Y no verás al pueblo audaz, pueblo de lenguaje oscuro,
incomprensible, al bárbaro cuya lengua no se entiende.

20 Contempla a Sión, villa de nuestras solemnidades: tus ojos verán a
Jerusalén, albergue fijo, tienda sin trashumancia, cuyas clavijas no
serán
removidas nunca y cuyas cuerdas no serán rotas.

21 Sino que allí Yahveh será magnífico para con nosotros; como un
lugar de ríos y amplios canales, por donde no ande ninguna embarcación de
remos, ni navío de alto bordo lo atraviese.

22 (Porque Yahveh es nuestro juez, Yahveh nuestro legislador,
Yahveh nuestro rey: él nos salvará.)