Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 6, 4-7

4 Se conmovieron los quicios y los dinteles a la voz de los que
clamaban, y la Casa se llenó de humo.

5 Y dije: «¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios
impuros, y entre un pueblo de labios impuros habito: que al rey
Yahveh
Sebaot han visto mis ojos!»

6 Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la
mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar,

7 y tocó mi boca y dijo: «He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha
retirado tu culpa, tu pecado está expiado.»