Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 13, 6-20

6 Al cabo de mucho tiempo me dijo Yahveh: «Levántate, vete al

Eufrates y recoges de allí la faja que te mandé que escondieras allí.»

7 Yo fui al Eufrates, cavé, recogí la faja del sitio donde la había
escondido y he aquí que se había echado a perder la faja: no valía
para
nada.

8 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:

9 «Así dice Yahveh: Del mismo modo echaré a perder la mucha
soberbia de Judá y de Jerusalén.

10 Ese pueblo malo que rehúsa oír mis palabras, que caminan según la
terquedad de sus corazones y han ido en pos de otros dioses a servirles y
adorarles, serán como esta faja que no vale para nada.

11 Porque así como se pega la faja a la cintura de uno, de igual modo
hice apegarse a mí a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá - oráculo
de Yahveh - con idea de que fuesen mi pueblo, mi nombradía, mi loor y mi
prez, pero ellos no me oyeron.

12 Diles este refrán: Así dice Yahveh, el Dios de Israel: «Todo cántaro
se puede llenar de vino.» Ellos te dirán: «¿No sabemos de sobra que todo
cántaro se puede llenar de vino?»

13 Entonces les dices: «Pues así dice Yahveh: He aquí que yo lleno de
borrachera a todos los habitantes de esta tierra, a los reyes
sucesores de
David en el trono, a los sacerdotes y profetas y a todos los
habitantes de
Jerusalén,

14 y los estrellaré, a cada cual contra su hermano, padres e hijos a una

- oráculo de Yahveh - sin que piedad, compasión y lástima me quiten de
destruirlos.»

15 Oíd y escuchad, no seáis altaneros, porque habla Yahveh.

16 Dad gloria a vuestro Dios Yahveh antes que haga oscurecer, y
antes que se os vayan los pies sobre la sierra oscura, y esperéis la luz, y él
la
haya convertido en negrura, la haya trocado en tiniebla densa.

17 Pero si no le oyereis, en silencio llorará mi alma por ese orgullo, y
dejarán caer mi ojos lágrimas, y verterán copiosas lágrimas, porque va
cautiva la grey de Yahveh.

18 Di al rey y a la Gran Dama: Humillaos, sentaos, porque ha caído de
vuestras cabezas vuestra diadema preciosa.

19 Las ciudades del Négueb están cercadas, y no hay quien abra. Todo
Judá es deportado, deportado en masa.

20 Alza tus ojos, Jerusalén, y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde
está la grey que se te dio, tus preciosas ovejas?