Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 22, 15-23

15 ¿Serás acaso rey porque seas un apasionado del cedro? Tu padre,

¿no comía y bebía? - «También hizo justicia y equidad.» - Pues mejor para
él.

16 «- Juzgó la causa del cuitado y del pobrecillo.» - Pues mejor. ¿No

es esto conocerme? - oráculo de Yahveh -.

17 Pero tus ojos y tu corazón no están más que a tu granjería, - ¡Y a la
sangre inocente! - Para verterla. - ¡Y al atropello y al entuerto! - Para hacer
tú lo propio.

18 Por tanto, así dice Yahveh respecto a Yoyaquim, hijo de Josías, rey
de Judá: No plañirán por él: «¡Ay hermano mío!, ¡ay hermana mía!»;
no
plañirán por él: «¡Ay Señor!, ¡ay su Majestad!»


19 El entierro de un borrico será el suyo: arrastrarlo y tirarlo fuera de
las puertas de Jerusalén.

20 Sube al Líbano y clama, por Basán da voces y clama desde
Abarim, porque han sido quebrantados todos tus amantes.

21 Te había hablado en tu prosperidad. Dijiste: «No oigo.» Tal ha sido
tu costumbre desde tu mocedad, nunca oíste mi voz.

22 A todos tus pastores les pastoreará el viento, y tus amantes cautivos
irán. Entonces sí que estarás avergonzada y confusa de toda tu malicia.

23 Tú, que te asentabas en el Líbano, que anidabas en los cedros,

¡cómo suspirarás, en viniéndote los dolores, el trance como de parturienta!