Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 22, 17-21

17 Pero tus ojos y tu corazón no están más que a tu granjería, - ¡Y a la
sangre inocente! - Para verterla. - ¡Y al atropello y al entuerto! - Para hacer
tú lo propio.

18 Por tanto, así dice Yahveh respecto a Yoyaquim, hijo de Josías, rey
de Judá: No plañirán por él: «¡Ay hermano mío!, ¡ay hermana mía!»;
no
plañirán por él: «¡Ay Señor!, ¡ay su Majestad!»


19 El entierro de un borrico será el suyo: arrastrarlo y tirarlo fuera de
las puertas de Jerusalén.

20 Sube al Líbano y clama, por Basán da voces y clama desde
Abarim, porque han sido quebrantados todos tus amantes.

21 Te había hablado en tu prosperidad. Dijiste: «No oigo.» Tal ha sido
tu costumbre desde tu mocedad, nunca oíste mi voz.