Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 37, 9-14

9 Así dice Yahveh: No cobréis ánimos diciendo: «Seguro que los
caldeos terminarán por dejarnos y marcharse»; porque no se marcharán,

10 pues aunque hubieseis derrotado a todas las fuerzas de los caldeos
que os atacan y les quedaren sólo hombres acribillados, se levantarían cada
cual en su tienda e incendiarían esta ciudad.

11 Cuando las tropas caldeas estaban levantando el sitio de Jerusalén,
replegándose ante las tropas del Faraón, aconteció que

12 Jeremías salía de Jerusalén para ir a tierra de Benjamín a asistir a
un reparto en el pueblo.

13 Y encontrándose él en la puerta de Benjamín, donde había un
vigilante llamado Yiriyías, hijo de Selemías, hijo de Jananías, éste prendió
al profeta Jeremías diciendo: «¡Tú te pasas a los caldeos!»

14 Dice Jeremías: «¡Falso! Yo no me paso a los caldeos.» Pero
Yiriyías no le hizo caso, y poniendo preso a Jeremías, le llevó a los jefes,