Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Job 19, 7-26

7 Si grito: ¡Violencia!, no obtengo respuesta; por más que apelo, no
hay justicia.

8 El ha vallado mi ruta para que yo no pase, ha cubierto mis senderos
de tinieblas.

9 Me ha despojado de mi gloria, ha arrancado la corona de mi frente.
10 Por todas partes me mina y desaparezco, arranca como un árbol mi

esperanza.

11 Enciende su ira contra mí, me considera su enemigo.

12 En masa sus huestes han llegado, su marcha de asalto han abierto
contra mí, han puesto cerco a mi tienda.

13 A mis hermanos ha alejado de mí, mis conocidos tratan de
esquivarme.

14 Parientes y deudos ya no tengo, los huéspedes de mi casa me
olvidaron.

15 Por un extraño me tienen mis criadas, soy a sus ojos
un
desconocido.

16 Llamo a mi criado y no responde, aunque le implore con mi propia

boca.

17 Mi aliento repele a mi mujer, fétido soy para los hijos de mi

vientre.

18 Hasta los chiquillos me desprecian, si me levanto, me hacen burla.


19 Tienen horror de mí todos mis íntimos, los que yo más amaba se
han vuelto contra mí.

20 Bajo mi piel mi carne cae podrida, mis huesos se desnudan como
dientes.

21 ¡Piedad, piedad de mí, vosotros mis amigos, que es la mano de
Dios la que me ha herido!

22 ¿Por qué os cebáis en mí como hace Dios, y no os sentís ya ahítos
de mi carne?

23 ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá en monumento se
grabaran,

24 y con punzón de hierro y buril, para siempre en la roca se
esculpieran!

25 Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará
sobre el polvo.

26 Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a

Dios.