Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Job 36, 15-33

15 El salva al pobre por su misma pobreza, por la miseria el oído le

16 También a ti te arrancará de las fauces de la angustia. Antes

gozabas de abundancia sin límites, la grasa desbordaba de tu mesa.

17 Mas no hacías justicia de los malos, defraudabas el derecho del
huérfano.

18 Procura, pues, que no te seduzca la abundancia, ni el copioso
soborno te extravíe.

19 Haz comparecer al rico como al que nada tiene, al débil como al
poderoso.

20 No aplastes a aquellos que te son extraños, para encumbrar en su
puesto a tus parientes.

21 Guárdate de inclinarte hacia la iniquidad, que por eso te ha probado
la aflicción.

22 Mira, Dios es sublime por su fuerza, ¿quién es maestro como él?

23 ¿Quién le señaló el camino a seguir? ¿quién le diría: «Has hecho
mal»?

24 Acuérdate más bien de ensalzar su obra, que han cantado los
hombres.

25 Todo hombre la contempla, el hombre la mira desde lejos.

26 Sí, Dios es grande y no le comprendemos, el número de sus años es
incalculable.

27 El atrae las gotas de agua, pulveriza la lluvia en su vapor,

28 que luego derraman las nubes, la destilan sobre la turba humana.

29 ¿Quién además comprenderá el despliegue de la nube, los fragores
de su tienda?

30 Ved que despliega su niebla por encima cubre las cimas de los
montes.

31 Pues por ellas sustenta él a los pueblos, les da alimento en
abundancia.

32 En sus manos el rayo levanta y le ordena que alcance su destino.
33 Su trueno le anuncia, la ira se inflama contra la iniquidad.