Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Job 37, 2-23

2 ¡Escuchad, escuchad el fragor de su voz, el bramido que sale de su
boca!

3 Hace relampaguear por todo el cielo, su fulgor llega a los extremos
de la tierra.

4 Detrás de él una voz ruge: truena él con su soberbia voz, y sus rayos
no retiene, mientras su voz retumba.


5 Dios nos da a ver maravillas, grandes cosas hace que no
comprendemos.

6 Cuando dice a la nieve: «¡Cae sobre la tierra!», y a los aguaceros:

«¡Lloved fuerte!»,

7 la mano de todo hombre retiene bajo sello, para que todos conozcan
su obra.

8 Las fieras a sus guaridas huyen y en sus cubiles se cobijan.
9 Del sur llega el huracán, el frío, de los vientos del norte.

10 Al soplo de Dios se forma el hielo, se congela la extensión de las
aguas.

11 El carga a la nube de un rayo, el nublado esparce su fulgor,

12 y éste, gira girando, circula conforme a sus designios. Así ejecutan
sus órdenes en todo sobre la haz de su orbe terráqueo.

13 Ya como castigo para los pueblos de la tierra, ya como gracia, él
los envía.

14 Presta, Job, oído a esto, tente y observa los prodigios de Dios.

15 ¿Sabes acaso cómo Dios los rige, y cómo su nube hace brillar el
rayo?

16 ¿Sabes tú cómo las nubes cuelgan en equilibrio, 7 maravilla de una
ciencia consumada?

17 Tú, cuyos vestidos queman cuando está quieta la tierra bajo el
viento del sur,

18 ¿puedes extender con él la bóveda del cielo, sólida como espejo de
metal fundido?

19 Enséñanos qué le hemos de decir: no discutiremos más, debido a
las tinieblas.

20 Si hablo yo, ¿alguien se lo cuenta? ¿es informado de lo que un
hombre ha dicho?

21 Ahora ya no se ve la luz, que queda oscurecida por las nubes; pero
pasa el viento y las despeja,

22 y una claridad llega del norte: gloria terrible alrededor de Dios,

23 ¡es Sadday!, no podemos alcanzarle. Grande en fuerza y equidad,
maestro de justicia, sin oprimir a nadie.