Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Josué 10, 18-27

18 Josué respondió: «Rodad unas piedras grandes a la boca de la
cueva y poned junto a ella hombres que la guarden.

19 Y vosotros no os quedéis quietos: perseguid a vuestros enemigos,
cortadles la retirada, no les dejéis entrar en sus ciudades, porque
Yahveh
vuestro Dios los ha puesto en vuestras manos.»

20 Cuando Josué y los israelitas acabaron de causarles una grandísima
derrota, hasta acabar con ellos, los supervivientes se les escaparon
y se
metieron en las plazas fuertes.

21 Todo el pueblo volvió sano y salvo al campamento, junto a Josué, a
Maquedá, y no hubo nadie que ladrara contra los israelitas.

22 Dijo entonces Josué: «Abrid la boca de la cueva y sacadme de ella
a esos cinco reyes.»

23 Así lo hicieron: le sacaron de la cueva a los cinco reyes: el rey de
Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Yarmut, el rey de Lakís y el rey de
Eglón.

24 En cuanto sacaron a los reyes, Josué llamó a todos los hombres de
Israel y dijo a los capitanes de tropa que le habían acompañado: «Acercaos
y poned vuestros pies sobre la nuca de esos reyes.» Ellos se
acercaron y
pusieron los pies sobre las nucas.

25 «No tengáis miedo - les dijo Josué - ni os desaniméis; sed valientes
y decididos, porque así hará Yahveh con todos los enemigos con quienes
tenéis que combatir.»

26 Acto seguido, Josué los hirió, les dio muerte y los hizo colgar de
cinco árboles, de los que quedaron colgados hasta la tarde.


27 A la hora de la puesta del sol, a una orden de Josué, los
descolgaron de los árboles y los arrojaron a la cueva en que se
habían
escondido, y echaron unas piedras grandes a la boca de la cueva: allí están
todavía hoy.