Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Josué 22, 20-28

20 ¿No prevaricó Akán, hijo de Zéraj, en el anatema, y la Cólera
alcanzó a toda la comunidad de Israel, aunque él no era más que un
solo
individuo? ¿No murió por su crimen?»

21 Respondieron los rubenitas, los gaditas y la media tribu
de
Manasés y dijeron a los jefes de los clanes de Israel:

22 «El Dios de los dioses, Yahveh, el Dios de los dioses, Yahveh, lo
sabe bien, y que lo sepa también Israel: si ha habido por nuestra
parte
rebelión o prevaricación contra Yahveh, que no nos salve hoy;

23 y si hemos levantado un altar para apartarnos de Yahveh y para
ofrecer en él holocausto y oblación o para hacer sobre él
sacrificios de
comunión, que Yahveh nos lo demande.

24 En verdad, lo hemos hecho así por preocupación y razonadamente,
diciéndonos: El día de mañana podrían decir vuestros hijos a los nuestros:
“¿Qué tenéis que ver vosotros con Yahveh el Dios de Israel?

25 Yahveh ha puesto entre nosotros y vosotros, rubenitas y gaditas, la
frontera del Jordán. No tenéis parte con Yahveh.” Así vuestros hijos harían
que nuestros hijos dejaran de temer a Yahveh.

26 «Y nos hemos dicho: Vamos a construir este altar, pero no para
holocaustos, ni sacrificios,

27 sino para que sea testigo entre nosotros y vosotros y entre nuestros
descendientes después de nosotros, de que rendimos culto a Yahveh en su
presencia con nuestros holocaustos, nuestras víctimas y nuestros sacrificios
de comunión. Así no podrán decir mañana vuestros hijos a los
nuestros:
“No tenéis parte con Yahveh.”

28 No hemos dicho: Si llega a suceder que nos hablen así a nosotros o
el día de mañana a nuestros descendientes, les podremos responder: “Mirad
la edificación del altar de Yahveh que hicieron nuestros padres, no
para
ofrecer holocaustos ni sacrificios, sino como testigo entre nosotros y
vosotros.”