Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Juan 4, 36-42

36 el segador recibe el salario, y recoge fruto para vida eterna, de
modo que el sembrador se alegra igual que el segador.

37 Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el
sembrador y otro el segador:

38 yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado.

Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.»

39 Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las
palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho.»

40 Cuando llegaron donde él los samaritanos, le rogaron que se
quedara con ellos. Y se quedó allí dos días.

41 Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras,

42 y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros
mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del
mundo.»