Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Levítico 9, 9-24

9 Los hijos de Aarón le presentaron la sangre; y él, mojando su dedo
en la sangre, untó con ella los cuernos del altar y derramó la sangre al pie
del altar.

10 Luego quemó sobre el altar el sebo, los riñones y lo que queda
junto al hígado de la víctima por el pecado, como Yahveh había mandado a
Moisés;

11 pero quemó la carne y la piel fuera del campamento.

12 Después inmoló la víctima del holocausto y los hijos de Aarón le
presentaron la sangre, que derramó sobre todos los lados del altar.

13 Le presentaron la víctima del holocausto en trozos, juntamente con
la cabeza, y lo quemó todo sobre el altar.

14 Y habiendo lavado las entrañas y las patas, las quemó encima del
holocausto sobre el altar.

15 Después presentó la ofrenda del pueblo: tomó el macho cabrío
correspondiente al sacrificio por el pecado del pueblo, lo inmoló y
lo
sacrificó como el primero.

16 Ofreció el holocausto, haciéndolo según la norma.

17 Además presentó lo oblación. Tomando un puñado de ella, la
quemó en el altar encima del holocausto de la mañana.

18 Inmoló asimismo el toro y el carnero como sacrificio de comunión
por el pueblo. Los hijos de Aarón le entregaron la sangre, que él derramó
sobre todos los lados del altar.

19 En cuanto a las partes grasas del toro y del carnero, el rabo, el sebo
que cubre las entrañas, los riñones y lo que queda junto al hígado,

20 las puso sobre los pechos de las víctimas, y él las quemó sobre el

altar;

21 Aarón por su parte meció los pechos y la pierna derecha como

ofrenda mecida ante Yahveh conforme Moisés había mandado.

22 Entonces Aarón, alzando las manos hacia el pueblo, lo bendijo;
después de haber acabado el sacrificio por el pecado, el holocausto
y el
sacrificio de comunión, descendió.

23 Luego Moisés y Aarón entraron en la Tienda del Encuentro y,
cuando salieron, bendijeron al pueblo. La gloria de Yahveh se dejó ver de
todo el pueblo.


24 Salió fuego de la presencia de Yahveh que consumió el holocausto
y las partes grasas puestas sobre el altar. Todo el pueblo al verlo prorrumpió
en gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.