Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 20, 18-28

18 Todo el que caiga sobre esta piedra, se destrozará, y a aquel sobre
quien ella caiga, le aplastará.»

19 Los escribas y los sumos sacerdotes trataron de echarle mano en
aquel mismo momento - pero tuvieron miedo al pueblo - porque habían
comprendido que aquella parábola la había dicho por ellos.

20 Quedándose ellos al acecho, le enviaron unos espías, que fingieran
ser justos, para sorprenderle en alguna palabra y poderle entregar al poder y
autoridad del procurador.

21 Y le preguntaron: «Maestro, sabemos que hablas y enseñas con
rectitud, y que no tienes en cuenta la condición de las personas,
sino que
enseñas con franqueza el camino de Dios:

22 ¿Nos es lícito pagar tributo al César o no?»

23 Pero él, habiendo conocido su astucia, les dijo:

24 «Mostradme un denario. ¿De quién lleva la imagen y la
inscripción?» Ellos dijeron: «Del César.»

25 El les dijo: «Pues bien, lo del César devolvédselo al César, y lo de
Dios a Dios.»

26 No pudieron sorprenderle en ninguna palabra ante el pueblo y,
maravillados por su respuesta, se callaron.

27 Acercándose algunos de los saduceos, esos que sostienen que no
hay resurrección, le preguntaron:

28 «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de
alguno, que estaba casado y no tenía hijos, que su hermano tome a la mujer
para dar descendencia a su hermano.