Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 22, 44-53

44 Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo
como gotas espesas de sangre que caían en tierra.

45 Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los
encontró dormidos por la tristeza;

46 y les dijo: «¿Cómo es que estáis dormidos? Levantaos y orad para
que no caigáis en tentación.»

47 Todavía estaba hablando, cuando se presentó un grupo; el llamado
Judas, uno de los Doce, iba el primero, y se acercó a Jesús para darle un
beso.

48 Jesús le dijo: «¡Judas, con un beso entregas al Hijo del hombre!»
49 Viendo los que estaban con él lo que iba a suceder, dijeron: «Señor,

¿herimos a espada?»

50 y uno de ellos hirió al siervo del Sumo Sacerdote y le llevó la oreja
derecha.

51 Pero Jesús dijo: «¡Dejad! ¡Basta ya!» Y tocando la oreja le curó.

52 Dijo Jesús a los sumos sacerdotes, jefes de la guardia del Templo y
ancianos que habían venido contra él: «¿Como contra un salteador habéis
salido con espadas y palos?

53 Estando yo todos los días en el Templo con vosotros, no me
pusisteis las manos encima; pero esta es vuestra hora y el poder de
las
tinieblas.»