Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 7, 38-41

38 y poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus
lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba;
besaba sus pies y los ungía con el perfume.

39 Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: «Si éste
fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando,
pues es una pecadora.»

40 Jesús le respondió: «Simón, tengo algo que decirte.» El dijo: «Di,
maestro.»

41 Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el
otro cincuenta.