Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Marcos 11, 18-25

18 Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban
cómo podrían matarle; porque le tenían miedo, pues toda la gente
estaba
asombrada de su doctrina.

19 Y al atardecer, salía fuera de la ciudad.

20 Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta
la raíz.

21 Pedro, recordándolo, le dice: «¡Rabbí, mira!, la higuera que
maldijiste está seca.»

22 Jesús les respondió: «Tened fe en Dios.

23 Yo os aseguro que quien diga a este monte: “Quítate y arrójate al
mar” y no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice,
lo obtendrá.

24 Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo
habéis recibido y lo obtendréis.

25 Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si tenéis algo
contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los cielos, os
perdone vuestras ofensas.»

27 Vuelven a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le
acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos,

28 y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado
tal autoridad para hacerlo?»

29 Jesús les dijo: «Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os
diré con qué autoridad hago esto.

30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres?
Respondedme.»

31 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: “Del cielo”, dirá: “Entonces,

¿por qué no le creísteis?”

32 Pero ¿vamos a decir: “De los hombres?”» Tenían miedo a la gente;
pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta.

33 Responden, pues, a Jesús: «No sabemos.» Jesús entonces les dice:

«Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»