Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Mateo 26, 39-43

39 Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así:

«Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo
quiero, sino como quieras tú.»

40 Viene entonces donde los discípulos y los encuentra dormidos; y
dice a Pedro: «¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo?

41 Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está
pronto, pero la carne es débil.»

42 Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: «Padre mío, si esta
copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.»

43 Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban
cargados.