Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Nehemías 5, 13-18

13 Luego sacudí los pliegues de mi manto diciendo: «¡Así sacuda
Dios, fuera de su casa y de su hacienda, a todo aquel que no mantenga esta
palabra: así sea sacudido y despojado!» Toda la asamblea respondió:

«¡Amén!», y alabó a Yahveh. Y el pueblo cumplió esta palabra.

14 Además, desde el día en que el rey me mandó ser gobernador del
país de Judá, desde el año veinte hasta el 32 del rey Artajerjes, durante doce
años, ni yo ni mis hermanos comimos jamás del pan del gobernador.

15 En cambio los gobernadores anteriores que me precedieron
gravaban al pueblo: cada día percibían de él, como contribución por el pan,
cuarenta siclos de plata; también sus servidores oprimían al pueblo.
Pero
yo, por temor de Dios, no hice nunca esto.

16 Además he ayudado a la obra de la reparación de esta muralla, y,
aunque no he adquirido campos, toda mi gente estaba también
allí
colaborando en la tarea.

17 A mi mesa se sentaban los jefes y los consejeros en número de 150
sin contar los que venían a nosotros de las naciones vecinas.

18 Diariamente se aderezaban a expensas mías un toro, seis carneros
escogidos y aves; y cada diez días se traía cantidad de odres de vino. Y a
pesar de todo, jamás reclamé el pan del gobernador, porque un duro trabajo
gravaba ya al pueblo.