Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Números 11, 8-28

8 El pueblo se desparramaba para recogerlo; lo molían en la muela o
lo majaban en el mortero; luego lo cocían en la olla y hacían con él tortas.
Su sabor era parecido al de una torta de aceite.

9 Cuando, por la noche, caía el rocío sobre el campamento, caía
también sobre él el maná.

10 Moisés oyó llorar al pueblo, cada uno en su familia, a la puerta de
su tienda. Se irritó mucho la ira de Yahveh. A Moisés le pareció mal,

11 y le dijo a Yahveh: «¿Por qué tratas mal a tu siervo? ¿Por qué no
he hallado gracia a tus ojos, para que hayas echado sobre mí la
carga de
todo este pueblo?

12 ¿Acaso he sido yo el que ha concebido a todo este pueblo y lo ha
dado a luz, para que me digas: “Llévalo en tu regazo, como lleva la nodriza
al niño de pecho, hasta la tierra que prometí con juramento a sus padres?”

13 ¿De dónde voy a sacar carne para dársela a todo este pueblo, que
me llora diciendo: Danos carne para comer?

14 No puedo cargar yo solo con todo este pueblo: es demasiado
pesado para mí.

15 Si vas a tratarme así, mátame, por favor, si he hallado gracia a tus
ojos, para que no vea más mi desventura.»

16 Yahveh respondió a Moisés: «Reúneme setenta ancianos de Israel,
de los que sabes que son ancianos y escribas del pueblo. Llévalos a
la
Tienda del Encuentro y que estén allí contigo.

17 Yo bajaré a hablar contigo; tomaré parte del espíritu que hay en ti y
lo pondré en ellos, para que lleven contigo la carga del pueblo y
no la
tengas que llevar tú solo.

18 «Y al pueblo le dirás: Santificaos para mañana, que vais a comer
carne, ya que os habéis lamentado a oídos de Yahveh, diciendo:
“¿Quién
nos dará carne para comer? Mejor nos iba en Egipto.” Pues Yahveh os va a
dar carne, y comeréis.

19 No un día, ni dos, ni cinco, ni diez ni veinte la comeréis,

20 sino un mes entero, hasta que os salga por las narices y os dé
náuseas, pues habéis rechazado a Yahveh, que está en medio de vosotros, y


os habéis lamentado en su presencia, diciendo: ¿Por qué salimos de
Egipto?»

21 Moisés respondió: «El pueblo en que estoy cuenta 600.000 de a
pie, ¿y tú dices que les darás carne para comer un mes entero?

22 Aunque se mataran para ellos rebaños de ovejas y bueyes, ¿bastaría
acaso? Aunque se juntaran todos los peces del mar ¿habría suficiente?»

23 Pero Yahveh respondió a Moisés: «¿Es acaso corta la mano de
Yahveh? Ahora vas a ver si vale mi palabra o no.»

24 Salió Moisés y transmitió al pueblo las palabras de Yahveh. Luego
reunió a setenta ancianos del pueblo y los puso alrededor de la Tienda.

25 Bajó Yahveh en la Nube y le habló. Luego tomó algo del espíritu
que había en él y se lo dio a los setenta ancianos. Y en cuanto reposó sobre
ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, pero ya no volvieron a
hacerlo
más.

26 Habían quedado en el campamento dos hombres, uno llamado
Eldad y el otro Medad. Reposó también sobre ellos el espíritu, pues aunque
no habían salido a la Tienda, eran de los designados. Y profetizaban en el
campamento.

27 Un muchacho corrió a anunciar a Moisés: «Eldad y Medad están
profetizando en el campamento.»

28 Josué, hijo de Nun, que estaba al servicio de Moisés desde su
mocedad, respondió y dijo: «Mi señor Moisés, prohíbeselo.»