Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Proverbios 29, 1-20

1 El hombre que, reprendido, endurece la cerviz, será pronto deshecho
y sin remedio.

2 Cuando los justos se multiplican, el pueblo se alegra, cuando
dominan los malos, el pueblo gime.

3 El que ama la sabiduría, da alegría a su padre, el que anda con
prostitutas, disipa su fortuna.

4 El rey, con la equidad, mantiene el país, el hombre exactor lo
arruina.

5 El hombre que adula a su prójimo pone una red bajo sus pasos.

6 En el pecado del malo hay una trampa, pero el justo se regocija y
alegra.

7 El justo conoce la causa de los débiles, el malo no tiene inteligencia
para conocerla.

8 Los arrogantes turban la ciudad, los sabios alejan la cólera.

9 Cuando el sabio tiene un pleito con el necio, ya se exaspere o se ría,
no logrará sosiego.

10 Los hombres sanguinarios odian al intachable, los rectos van en
busca de su persona.

11 El necio da salida a toda su pasión; el sabio la reprime y apacigua.

12 Si un jefe hace caso de las palabras mentirosas, todos
sus
servidores serán malos.

13 El pobre y el opresor se encuentran, Yahveh da la luz a los ojos de
ambos.

14 El rey que juzga con verdad a los débiles, asegura su trono para
siempre.

15 Vara y reprensión dan sabiduría, muchacho dejado a sí mismo,
avergüenza a su madre.

16 Cuando se multiplican los malos, se multiplican los delitos, pero
los justos contemplarán su caída.

17 Corrige a tu hijo y te dejará tranquilo; y hará las delicias de
tu

alma.

18 Cuando no hay visiones, el pueblo se relaja, pero el que guarda la

ley es dichoso.


19 No se corrige a un siervo con palabras, porque aunque las entienda,
no las cumple.

20 ¿Has visto un hombre dispuesto siempre a hablar? más se puede
esperar de un necio que de él.