Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Rut 2, 3-20

3 Fue ella y se puso a espigar en el campo detrás de los segadores, y
quiso su suerte que fuera a dar en una parcela de Booz, el de la familia de
Elimélek.

4 Llegaba entonces Booz de Belén y dijo a los segadores: «Yahveh
con vosotros.» Le respondieron: «Que Yahveh te bendiga.»

5 Preguntó Booz al criado que estaba al frente de los segadores: «¿De
quién es esta muchacha?»


6 El criado que estaba al frente de los segadores dijo: «Es la
joven
moabita que vino con Noemí de los campos de Moab.

7 Ella dijo: “Permitidme, por favor, espigar y recoger detrás de los
segadores.” Ha venido y ha permanecido en pie desde la mañana hasta
ahora.»

8 Booz dijo a Rut: «¿Me oyes, hija mía? No vayas a espigar a otro
campo ni te alejes de aquí; quédate junto a mis criados.

9 Fíjate en la parcela que sieguen y vete detrás de ellos. ¿No he
mandado a mis criados que no te molesten? Si tienes sed vete a las vasijas
y bebe de lo que saquen del pozo los criados.»

10 Cayó ella sobre su rostro y se postró en tierra y le dijo: «¿Cómo he
hallado gracia a tus ojos para que te fijes en mí, que no soy más que una
extranjera?»

11 Booz le respondió: «Me han contado al detalle todo lo que hiciste
con tu suegra después de la muerte de tu marido, y cómo has dejado a tu
padre y a tu madre y la tierra en que naciste, y has venido a un pueblo que
no conocías ni ayer ni anteayer.

12 Que Yahveh te recompense tu obra y que tu recompensa sea
colmada de parte de Yahveh, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a
refugiarte.»

13 Ella dijo: «Halle yo gracia a tus ojos, mi señor, pues me has
consolado y has hablado al corazón de tu sierva, cuando yo no soy
ni
siquiera como una de tus siervas.»

14 A la hora de la comida, Booz le dijo: «Acércate aquí, puedes comer
pan y mojar tu bocado en el vinagre.» Ella se sentó junto a los segadores, y
él le ofreció un puñado de grano tostado. Comió ella hasta saciarse y aun le
sobró.

15 Cuando se levantó ella para seguir espigando, Booz ordenó a sus
criados: «Dejadla espigar también entre las gavillas y no la molestéis.

16 Sacad incluso para ella espigas de las gavillas y dejadlas caer para
que las espigue, y no la riñáis.»

17 Estuvo espigando en el campo hasta el atardecer y, cuando
desgranó lo que había espigado, había como una medida de cebada.

18 Ella se lo llevó y entró en la ciudad, y su suegra vio lo que había
espigado. Sacó lo que le había sobrado después de haberse saciado y se lo
dio.

19 Su suegra le dijo: «¿Dónde has estado espigando hoy y qué has
hecho? ¡Bendito sea el que se ha fijado en ti!» Ella contó a su suegra con
quién había estado trabajando y añadió: «El hombre con quien he trabajado
hoy se llama Booz.»

20 Noemí dijo a su nuera: «Bendito sea Yahveh que no deja de
mostrar su bondad hacia los vivos y los muertos.» Le dijo Noemí:
«Ese
hombre es nuestro pariente, es uno de los que tienen derecho de
rescate
sobre nosotros.»