Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 107, 4-32

4 En el desierto erraban, por la estepa, no encontraban camino de
ciudad habitada;

5 hambrientos, y sedientos, desfallecía en ellos su alma.

6 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los libró de sus angustias,
7 les condujo por camino recto, hasta llegar a ciudad habitada.

8 ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos
de Adán!

9 Porque él sació el alma anhelante, el alma hambrienta saturó de
bienes.

10 Habitantes de tiniebla y sombra, cautivos de la miseria y de los
hierros,

11 por haber sido rebeldes a las órdenes de Dios y haber despreciado
el consejo del Altísimo,

12 él sometió su corazón a la fatiga, sucumbían, y no había quien
socorriera.

13 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los salvó de sus
angustias,

14 los sacó de la tiniebla y de la sombra, y rompió sus cadenas.

15 ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos
de Adán!

16 Pues las puertas de bronce quebrantó, y los barrotes de hierro hizo
pedazos.

17 Embotados de resultas de sus yerros, miserables a causa de sus
culpas,

18 todo manjar les daba náusea, tocaban ya a las puertas de la muerte.


19 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los salvó de sus
angustias;

20 su palabra envió para sanarlos y arrancar sus vidas de la fosa.

21 ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos
de Adán!

22 Ofrezcan sacrificios de acción de gracias, y sus obras pregonen con
gritos de alegría.

23 Los que a la mar se hicieron en sus naves, llevando su negocio por
las muchas aguas,

24 vieron las obras de Yahveh, sus maravillas en el piélago.

25 Dijo, y suscitó un viento de borrasca, que entumeció las olas;

26 subiendo hasta los cielos, bajando hasta el abismo, bajo el peso del
mal su alma se hundía;

27 dando vuelcos, vacilando como un ebrio, tragada estaba toda su
pericia.

28 Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los sacó de sus
angustias;

29 a silencio redujo la borrasca, y las olas callaron.

30 Se alegraron de verlas amansarse, y él los llevó hasta el puerto
deseado.

31 ¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos
de Adán!

32 ¡Ensálcenle en la asamblea del pueblo, en el concejo de los
ancianos le celebren!